La Comisión Europea ha adoptado una Comunicación en la que aclara el concepto de “fuerza mayor” en la aplicación de la PAC.

De acuerdo con la normativa, en virtud de ese concepto, los Estados miembros pueden eximir del cumplimiento de ciertas exigencias a quienes no hayan podido respetarlas debido a fenómenos meteorológicos extremos, sin perder por ello las ayudas.

Actualmente, la consideración de fuerza mayor se hace, por lo general, caso por caso o por explotación. La Comisión aclara ahora que los Estados miembros podrán delimitar una zona en la que se haya producido un desastre natural o un suceso meteorológico grave y determinar la exención de ciertas obligaciones para todos los productores de esa zona, sin necesidad de analizar la situación de cada uno de ellos.

Los Estados miembros tendrán que confirmar que se ha producido un desastre natural o un suceso meteorológico grave y delimitar la zona geográfica que se ha visto gravemente afectada por ese fenómeno y cuyas consecuencias no han podido evitarse. Para esta delimitación, los Estados miembros pueden basarse, por ejemplo, en datos de satélite de la zona de que se trate, sin necesidad de datos específicos de explotaciones individuales. Para determinados tipos de eventos, las administraciones nacionales también tendrán en cuenta factores adicionales, como la pendiente, el tipo de suelo o el tipo de cultivos, para definir la población afectada sin necesidad de verificación individual. Este podría ser el caso, por ejemplo, de las heladas, que pueden no afectar de la misma manera a todos los cultivos, o de lluvias continuas, que pueden tener efectos diferentes en las zonas con pendiente o en suelos con diferentes capacidades de retención de agua.

Esto reduce la carga administrativa tanto para los agricultores, que no tendrán que cumplimentar una solicitud de situación de fuerza mayor individual ni aportar pruebas de ello, como para las administraciones.