Este 26 de febrero se celebra el Día Mundial del Pistacho, y desde agroclm lo celebramos entrevistando a Ángel Minaya, CEO de Agróptimum , y una de las voces actuales más representativas de este cultivo en auge en España. Y es que este joven conquense se ha convertido en el mayor proveedor español de plantas y semillas de pistacho de primera calidad.

AGROCLM: ¿Cuál es la situación general del cultivo del pistacho en España y en Castilla-La Mancha?

Ángel Minaya: Es claramente favorable y está en crecimiento. El pistacho es un cultivo cada vez más popular y esto es debido a tres cosas: su rentabilidad, la resistencia a condiciones climáticas adversas y la demanda en el mercado nacional e internacional.

Hay que resaltar también el papel del pistacho frente a los retos del cambio climático, como las heladas tardías y la escasez de agua que tanto acusan otros cultivos. No se trata tanto del ‘oro verde’ pero si de una alternativa real a explotaciones totalmente improductivas en nuestro país que de otra forma irían a la desaparición. Su extraordinaria adaptabilidad genética junto a la innovación de métodos agrícolas, lo convierten en un cultivo clave para el futuro.

¿Todas las zonas de España son válidas para el cultivo del pistacho? ¿Por qué?

No todas las zonas de España son igualmente válidas. Este árbol prospera en climas mediterráneos con veranos calurosos y secos, inviernos fríos extremos y en concreto el patrón UCB#1 se adapta muy bien a todo tipo de suelos. Por eso las regiones de Castilla-La Mancha, Andalucía, Extremadura y algunas partes de Aragón son ideales para su cultivo.

Además del suelo, los cimientos son un buen material vegetal y muchos no han empezado por ahí. Se han puesto miles y miles de árboles sin ningún tipo de garantía de sanidad vegetal. El siguiente paso es la implantación y se han puesto en terrenos donde no funcionaban otros cultivos sin conocer los suelos, sin tener claro si habría suficiente frío y calor.

¿Qué variedades de pistachos recomienda y qué forma de plantación?

El UCB#1 tiene grandes ventajas frente a otras variedades. Llegó a soportar la tormenta Filomena y la última sequía extrema que tuvimos, por ejemplo. Hay otros portainjertos de variedades como cornicabra que acarrean dificultades porque, aparte de que tardan de 8 a 10 años en desarrollarse, no se adaptan a las zonas que tienen elevadas humedades en el suelo porque los hongos los afectan muy directamente.

Sobre la forma de plantación, nosotros optamos por reducir marcos para que la misma unidad de suelo rente más, que todos los árboles sean iguales, produzcan lo mismo y claro, alcanzar una mayor mecanización de las labores. Si pasamos de 200 a 500 plantas por hectárea, se volverán más resistentes y duraderas porque les exiges más esfuerzo. Tratamos de que sean árboles muy productivos y de que lo sean durante muchos años. Vamos a la contra de lo que se estaba haciendo hasta ahora, pero tenemos muy claro que el futuro del pistacho está en el equilibrio entre la sostenibilidad y la rentabilidad porque si no, este cultivo no será viable.

En los próximos años la producción de pistacho español va a crecer, ¿Está su mercado garantizado?

Es cierto que la producción de pistacho en España está en aumento, sin embargo, es importante garantizar que el mercado pueda absorber este aumento en la oferta. Para esto necesitamos desarrollar estrategias de comercialización efectivas tanto a nivel nacional como internacional.

La demanda de pistacho supera constantemente la oferta, situándolo como un posible cultivo líder para alcanzar ese balance deseado entre sostenibilidad y rentabilidad que comentábamos antes. Creo que esta es una de las metas esenciales para la agricultura en España, no solo para mantenerse, sino para funcionar como impulso para la economía de nuestro país.

¿Qué le falta a la industria nacional del pistacho?

Aún hay margen de mejora en áreas como la investigación y desarrollo de nuevas variedades más adaptadas al clima y al suelo español, la implementación de prácticas agrícolas más sostenibles y eficientes, y también en el fortalecimiento de la cadena de valor y la comercialización.

Tenemos claro que el potencial de España es bestial, pero hay que saber gestionarlo. Con estrategia y tecnología se está consiguiendo una mayor rentabilidad, para que el cultivo tenga viabilidad.

Centrándonos en Agróptimum ¿En qué fase se encuentra la empresa?

Nos encontramos en una fase de crecimiento y expansión, centrándonos en el desarrollo y comercialización de tecnologías innovadoras para la agricultura, incluyendo soluciones de inteligencia artificial, análisis de datos y agricultura de precisión.

Estamos haciendo las cosas de manera diferente y, sobre todo, dando una confianza que hasta la fecha nadie era capaz de transmitir en Europa. Contamos con genética, innovación y tecnología, y queremos acompañar en todo el proceso al cliente ya sea éste un inversor, un agricultor, o quien sea que esté interesado.