En 2022 se comercializaron en España 56.627 toneladas de sustancias activas fitosanitarias, lo que supone un acusado descenso de casi el 26% respecto al año anterior, según datos del Ministerio de Agricultura. La subida del precio fue la responsable, en buena medida, de esa evolución.

Todas las categorías de sustancias contribuyeron a ese descenso de las ventas, en particular los fungicidas y bactericidas, que son los más utilizados. Las ventas de estas sustancias se situaron en 32.157 toneladas, frente a las 41.600 toneladas del año anterior. Las ventas de herbicidas fueron de 12.186 toneladas (frente a 18.400 toneladas en 2021) y las de insecticidas y acaricidas de 9.830 toneladas (9.961 en 2021). El resto se reparte entre molusquicidas, reguladores del crecimiento y otros productos, como nematicidas.

Entre los fungicidas, los más comercializados fueron los inorgánicos, que representaron en 2022 el 90% del total de ventas de este grupo y en torno al 57% de todas las sustancias activas comercializadas.

A nivel comunitario se registró también, ese mismo año, una disminución de las ventas de fitosanitarios del 10%, según datos de Eurostat. En total se comercializaron 322.000 toneladas. Se trata del nivel más bajo de ventas en la Unión en la última década.

Aunque en los últimos años España ha encabezado la lista de países con mayor volumen de ventas de fitosanitarios a nivel comunitario, en 2022 pasó a ser el segundo. Francia se colocó en primera posición, con más de 67.000 toneladas.