Notificaciones

Notificaciones

No tengo ninguna notificación.
Notificaciones
Compartir artículo
acd2bb48-4b92-4c0a-8a82-673a94c455232907211638375382
3 minutos

Iniciada la recolección en las provincias más al sur de Andalucía con buenos rendimientos, la campaña de cereales se presenta con una situación desigual, con zonas donde la sequía ha diezmado las producciones, mientras en otras los rendimientos están siendo elevados. En conjunto, la cosecha, según coinciden medios de organizaciones agrarias, cooperativas, almacenistas y operadores de los mercados, se situarían en una banda entre los 21 y los 22 millones de toneladas. Con esas cifras, hoy se podría hablar de una cosecha media frente a la cifra record de 2020 con 27 millones de toneladas, pero el doble de la cosecha record de mínimos de la pasada campaña, con poco más de 10 millones de toneladas por la sequía.

Estas previsiones ligeramente optimista se confirmarían siempre que en la mitad norte, especialmente en Duero y Ebro acompañen en las próximas semanas las condiciones climatológicas, que no aprieten los calores y se asuren los sembrados impidiendo la maduración de las espigas.

De ese volumen, las estimaciones coinciden en una cosecha total de trigos de entre seis y siete millones de toneladas, de las cuales 0,8 millones de trigos duros; de 8,7 millones de toneladas de cebadas y en el entorno de los tres millones de toneladas para el maíz. A estas cifras se suman las producciones de otros cultivos de menos superficie como avena, centeno que, en conjunto podrían sumar entre 1,7 y hasta dos millones de toneladas. Desde el campo de los operadores, Infomarket baraja un máximo de 8,7 millones de toneladas en cebadas, 6,7 millones en trigos blandos, 0,6 millones en trigos duros y 3,5 millones de toneladas de maíz.

Frente a estas cifras, el consumo total de cereales en España, según los datos manejados por Agricultura, oscilan entre los 37 y los 39 millones de toneladas, lo que supone una importante dependencia exterior en trigos blandos y sobre todo en maíz para atender un demanda de casi 14 millones de toneladas fundamentalmente para consumo animal y también para usos industriales.

En relación con la campaña anterior se puede hablar de una estabilidad en las superficies de siembra con 1,6 millones de hectáreas para trigos blandos, una 300.000 hectáreas para trigos duros, 2 4 millones de hectáreas para cebadas 250.00 hectáreas para maíz, a las que se suman cultivos secundarios en volumen como avena, centeno sorgo o triticale.

Con estas cifras de sementeras, globalmente, aunque con menos fuerza que en la campaña anterior, la sequía volvió a golpear este año pasado en los secanos con fuerte incidencia en las producciones en algunas regiones. Según los datos elaborados por Coag, la misma habría afectado a cerca de 400.000 hectáreas, fundamentalmente en Albacete en Castilla La Mancha, Cataluña, parte de Aragón, Murcia, Baleares o Rioja. Por el contrario, las producciones presentan buen estado en Andalucía, Extremadura, la mayor parte de Castilla La Mancha, Duero y la parte más alta del Ebro.

La campaña cerealista también ha estado marcada por los incrementos registrados en los costes de producción donde destacan las subidas de los fertilizantes, las semillas o los tratamientos fitosanitarios. Estos incrementos de costes, a diferencia de la campaña anterior donde los gastos se compensaron con una subida de los precios percibidos, en esta ocasión han estado acompañados por una bajada de precios estimada por Coag en el 26%.En medios del sector se espera un repunte de los mismos ante las circunstancias de los mercados por la existencia producciones a la baja por la condiciones climatológicas negativas en países como Rusia, Croacia y Estados Unidos.

En el marco comunitario, por las lluvias en unos casos o las dificultades para la siembra en otros, la producción total se halla estabilizada entre los 271 y los 274 millones de toneladas, con una ligera bajada especialmente en Francia, Alemania y países del norte. Globalmente eso se compensa esta campaña con la mayor producción en el caso de España al duplicar la producción mínima de la campaña anterior que no llegó a los 11 millones, frente a los 21-22 millones esperados hoy, si no se producen fenómenos climatológicos negativos generalizados.

En un año, los precios de la cebada cayeron de una media 260 a 210 euros tonelada y en el trigo blando y maíz, de 280 a 220-230 euros. En el caso del mercado de los cereales, las actuaciones de la Ley de la Cadena para vigilar si se pagan precios que cubran los costes de producción, se halla muy lejos del número de las operaciones de compra venta. Desde el sector, Unión de Uniones denuncia la existencia de venta a pérdidas ante la diferencia de poder entre los agricultores y los operadores y la insuficiencia de los mecanismos y medios para el control de oficio de la cadena. En este objetivo elevó una proposición de ley al Parlamento presentada por los catalanes de ERC para modificar la actual disposición y que la misma sea más efectiva.

27/05/24 8:52
Comparte en tus redes sociales
O comparte por email

AvanisCompartirEmail

WC - METADATOS

Cover Image

Actualidad

Ruta de navegación

Arrancó la campaña de cereales con más producción y menos precios que en 2023

La cosecha ascendería a 21/22 millones de Tm, el doble que la anterior que fue una de las más baja de la historia por la sequía

HTML Example

A paragraph is a self-contained unit of a discourse in writing dealing with a particular point or idea. Paragraphs are usually an expected part of formal writing, used to organize longer prose.

Cereales
Vidal Mate
27/05/24
3 minutos
de lectura
acd2bb48-4b92-4c0a-8a82-673a94c455232907211638375382

Iniciada la recolección en las provincias más al sur de Andalucía con buenos rendimientos, la campaña de cereales se presenta con una situación desigual, con zonas donde la sequía ha diezmado las producciones, mientras en otras los rendimientos están siendo elevados. En conjunto, la cosecha, según coinciden medios de organizaciones agrarias, cooperativas, almacenistas y operadores de los mercados, se situarían en una banda entre los 21 y los 22 millones de toneladas. Con esas cifras, hoy se podría hablar de una cosecha media frente a la cifra record de 2020 con 27 millones de toneladas, pero el doble de la cosecha record de mínimos de la pasada campaña, con poco más de 10 millones de toneladas por la sequía.

Estas previsiones ligeramente optimista se confirmarían siempre que en la mitad norte, especialmente en Duero y Ebro acompañen en las próximas semanas las condiciones climatológicas, que no aprieten los calores y se asuren los sembrados impidiendo la maduración de las espigas.

De ese volumen, las estimaciones coinciden en una cosecha total de trigos de entre seis y siete millones de toneladas, de las cuales 0,8 millones de trigos duros; de 8,7 millones de toneladas de cebadas y en el entorno de los tres millones de toneladas para el maíz. A estas cifras se suman las producciones de otros cultivos de menos superficie como avena, centeno que, en conjunto podrían sumar entre 1,7 y hasta dos millones de toneladas. Desde el campo de los operadores, Infomarket baraja un máximo de 8,7 millones de toneladas en cebadas, 6,7 millones en trigos blandos, 0,6 millones en trigos duros y 3,5 millones de toneladas de maíz.

Frente a estas cifras, el consumo total de cereales en España, según los datos manejados por Agricultura, oscilan entre los 37 y los 39 millones de toneladas, lo que supone una importante dependencia exterior en trigos blandos y sobre todo en maíz para atender un demanda de casi 14 millones de toneladas fundamentalmente para consumo animal y también para usos industriales.

En relación con la campaña anterior se puede hablar de una estabilidad en las superficies de siembra con 1,6 millones de hectáreas para trigos blandos, una 300.000 hectáreas para trigos duros, 2 4 millones de hectáreas para cebadas 250.00 hectáreas para maíz, a las que se suman cultivos secundarios en volumen como avena, centeno sorgo o triticale.

Con estas cifras de sementeras, globalmente, aunque con menos fuerza que en la campaña anterior, la sequía volvió a golpear este año pasado en los secanos con fuerte incidencia en las producciones en algunas regiones. Según los datos elaborados por Coag, la misma habría afectado a cerca de 400.000 hectáreas, fundamentalmente en Albacete en Castilla La Mancha, Cataluña, parte de Aragón, Murcia, Baleares o Rioja. Por el contrario, las producciones presentan buen estado en Andalucía, Extremadura, la mayor parte de Castilla La Mancha, Duero y la parte más alta del Ebro.

La campaña cerealista también ha estado marcada por los incrementos registrados en los costes de producción donde destacan las subidas de los fertilizantes, las semillas o los tratamientos fitosanitarios. Estos incrementos de costes, a diferencia de la campaña anterior donde los gastos se compensaron con una subida de los precios percibidos, en esta ocasión han estado acompañados por una bajada de precios estimada por Coag en el 26%.En medios del sector se espera un repunte de los mismos ante las circunstancias de los mercados por la existencia producciones a la baja por la condiciones climatológicas negativas en países como Rusia, Croacia y Estados Unidos.

En el marco comunitario, por las lluvias en unos casos o las dificultades para la siembra en otros, la producción total se halla estabilizada entre los 271 y los 274 millones de toneladas, con una ligera bajada especialmente en Francia, Alemania y países del norte. Globalmente eso se compensa esta campaña con la mayor producción en el caso de España al duplicar la producción mínima de la campaña anterior que no llegó a los 11 millones, frente a los 21-22 millones esperados hoy, si no se producen fenómenos climatológicos negativos generalizados.

En un año, los precios de la cebada cayeron de una media 260 a 210 euros tonelada y en el trigo blando y maíz, de 280 a 220-230 euros. En el caso del mercado de los cereales, las actuaciones de la Ley de la Cadena para vigilar si se pagan precios que cubran los costes de producción, se halla muy lejos del número de las operaciones de compra venta. Desde el sector, Unión de Uniones denuncia la existencia de venta a pérdidas ante la diferencia de poder entre los agricultores y los operadores y la insuficiencia de los mecanismos y medios para el control de oficio de la cadena. En este objetivo elevó una proposición de ley al Parlamento presentada por los catalanes de ERC para modificar la actual disposición y que la misma sea más efectiva.