Consecuencia del cambio climático, y especialmente por el aumento de las temperaturas, el abuso de la economía circular forzando al máximo el sistema de innovación y los hábitos nuevos en la demanda constituyen,  para los investigadores del Centro Tecnológico Ainia los diferentes riesgos alimentarios más importantes para el futuro.

Entre otros puntos, señala un aumento de la presencia de micotoxinas en los alimentos, el desarrollo de patógenos con resistencias antimicrobianas, más contaminación de los suelos por el uso de diferentes residuos como el estiércol para el abonado, presencia de microplásticos en los alimentos, más intoxicaciones derivadas de una flexibilización de la legislación para alargar la vida de los alimentos y frenar el desperdicio alimentario, efectos adversos derivados del empleo de proteínas alternativas, uso de más contaminantes naturales, presencia de alérgenos no declarados en los alimentos, más toxinas marinas y una mayor persistencia y propagación espontánea en el medio ambiente de organismos modificados genéticamente.