La anunciada entrada fría de aire polar se está dejando sentir especialmente en zonas de interior del norte y nordeste de la Península, donde las temperaturas han caído en picado. Se han producido heladas débiles en los Pirineos y la Cordillera Cantábrica, siendo también particularmente bajas las mínimas que se han registrado en capitales de provincia como Burgos o León, donde han caído hasta los 5 ºC. El frío nocturno se repetirá la próxima madrugada por muchas zonas del interior peninsular, aunque el ambiente durante el día se irá templando, volviendo el calor a muchas zonas de España el domingo, lunes y martes.

A partir del miércoles de la próxima semana un nuevo descuelgue de aire frío alcanzará el nordeste de la Península y Baleares. En el área mediterránea aumentará la inestabilidad atmosférica y esperamos un episodio destacado de lluvias, que se prolongará, previsiblemente, hasta el viernes de la próxima semana. Se producirán chubascos localmente fuertes y tormentosos, que afectarán principalmente a Cataluña, Baleares y la Comunidad Valenciana, aunque la situación no está del todo bien definida, por lo que la incertidumbre es alta en lo que respecta a las zonas que se verán afectadas por los fuertes aguaceros.

Con la vista puesta a más largo plazo, y con la campaña de la vendimia ya avanzada en las grandes zonas de viñedos del centro y norte de la Península, todo apunta a que las temperaturas comenzarán a subir la última semana de septiembre, manteniéndose la tendencia como mínimo durante la primera quincena del mes de octubre, ya metidos de lleno en el otoño. El calor volverá extenderse por muchas zonas del país. De momento, tanto la próxima semana como la siguiente el calor no será generalizado, siendo sobre todo en el suroeste peninsular donde sigan registrándose altas temperaturas, con máximas entre los 30 y los 35 ºC.

El mes de octubre sí que parece que se iniciará con temperaturas anómalamente en la totalidad de la Península y en Baleares. Todo apunta a que el veranillo de San Miguel no faltará a su cita y entrará en escena la semana del 30 de septiembre al 6 de octubre. Los mapas de tendencia de temperatura apuntan a que la segunda semana de octubre también será cálida, lo que podría alargar otros siete días el período de altas temperaturas. De cumplirse esta predicción, la recta final de la vendimia podría verse beneficiada de ese calor, lográndose una maduración óptima de las uvas, tras los fríos y la humedad que domina en estos momentos.