La Comisión Europea ha propuesto una modificación de la PAC para destinar ayudas de emergencia a los agricultores, silvicultores y pequeñas y medianas empresas afectados por catástrofes naturales a lo largo de 2024. Los fondos saldrían de la partida de desarrollo rural.

 

Según Bruselas, la ayuda podría llegar hasta los 42.000 euros y serviría para restablecer el potencial productivo de las explotaciones.

 

La medida forma parte de un plan más amplio de apoyo a los países centroeuropeos afectados recientemente por inundaciones, aunque también podrán cubrirse otras catástrofes naturales ya registradas o que se registren en lo que queda de año.

 

Más adelante, podrían liberarse también nuevas partidas procedentes de la reserva agrícola.

 

Durante la reunión del Consejo Agrícola de la semana pasada, el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, pidió a los ministros de Agricultura de la UE que adopten rápidamente esta propuesta “para que los beneficiarios afectados puedan obtener cuanto antes una ayuda de urgencia”. También indicó que la Comisión Europea está evaluando las sumas que podrían concederse, con cargo a la reserva agrícola, a Polonia, Hungría y Rumanía para ayudar a las explotaciones afectadas por las recientes inundaciones.

 

Sin embargo, estos anuncios se consideran insuficientes en muchos Estados miembros, que esperan más de Bruselas. Varios países, sobre todo Francia y Alemania, reiteraron su petición de que el límite máximo de las ayudas agrícolas de minimis se eleve a 50.000 euros (mientras que la Comisión sólo ha propuesto un aumento a 37.000 euros). Muchos también apoyaron la iniciativa de Rumanía, que pide que el programa temporal de crisis se prorrogara al menos seis meses.

 

Portugal, con el apoyo de Bulgaria, Croacia, Chipre, Estonia, Grecia e Italia, pidió a la Comisión Europea que presente una estrategia para gestionar los riesgos climáticos en la agricultura.