El índice de los precios de los alimentos elaborado por FAO durante el pasado mes de enero siguió la línea de caída que mantenía desde 2022 pasando de los 144 puntos a solamente los 118.En enero el descenso fue del 1% y el índice bajaba un 10,4% sobre el mismo periodo en 2023.

De los diferentes grupos de los productos que se analizan, solamente crecieron los precios del azúcar, un 0,8% hasta los 135 puntos, si bien los mismos se hallan lejos de las cifras record de hace unos meses de 159 puntos. Entre las razones de la subida están las malas previsiones de cosecha en Brasil. Los cereales siguen su línea de ajuste con otro descenso del 2,2% que se suma a los habidos en los meses precedentes por una reducción de la demanda y la competencia de los países exportadores. Una situación similar de ajuste se repite en las carnes con un descenso del 1,4%, bajada que se mantiene ya durante los últimos siete meses por una atonía en la demanda mundial y, entre otros casos, por las menores compras de porcino en China.

En el resto de las producciones alimentarias más importantes como aceites vegetales o leche domina la estabilidad con subidas y bajadas ligeras, aunque siempre muy por debajo de las cotizaciones habidas hace un año.