A lo largo de la campaña cerealista 2023/24 y en los primeros meses de la actual campaña 2024/25 España ha sido el primer importador comunitario de cereales procedentes de Ucrania, sobre todo de trigo blando, de acuerdo con los datos presentados por la Comisión Europea en una reciente reunión del Observatorio de Cultivos Herbáceos de la UE. El aumento de las compras por parte de España ha ido paralelo a la caída de las realizadas por los cinco Estados miembros vecinos de Ucrania.

En el caso del trigo blando, las importaciones españolas aumentaron considerablemente a partir de octubre de 2022 pero nuestro país se convirtió en el primer comprador, con diferencia, de trigo ucraniano dentro de la UE en la primavera de 2023, una vez que se empezaron a aplicar medidas para evitar que el grano de ese país inundara los mercados de los Estados miembros fronterizos con Ucrania, cuyas importaciones han sido desde entonces muy poco significativas. En el mes de enero de 2024, por ejemplo, la UE importó cerca de 800.000 toneladas de trigo ucraniano, de las que 600.000 toneladas fueron para el mercado español. En el último mes del que Bruselas ha ofrecido datos, julio de este año, las importaciones comunitarias se situaron por debajo de las 400.000 toneladas y el 80% (casi 300.000) llegaron a España.

Los representantes de los comerciantes europeos de grano (COCERAL) presentes en la reunión del Observatorio apuntaron que el elevado volumen de trigo pienso importado en España procedente de Ucrania en el comienzo de la actual campaña se debe a una estrategia de ventas a bajo precio agresiva por parte de los operadores ucranianos, con el fin de dar salida a la cosecha lo antes posible.

Los últimos datos del Ministerio de Agricultura español dan cuenta de unas importaciones totales de cereales en España en los meses de julio y agosto de este año (los dos primeros de la actual campaña) de 3,18 millones de toneladas, de los que 1,19 millones llegaron desde Ucrania (prácticamente la mitad de trigo y la otra mitad de maíz).