Estamos ya a mitad del otoño y el frío apenas ha hecho acto de aparición, más allá de algún un episodio puntual en el que se ha producido un descenso transitorio de las temperaturas. Apenas se han producido heladas, salvo algunas débiles y esporádicas en zonas de montaña, dominando la suavidad térmica sobre los fríos otoñales, que hace años irrumpían en el mes de octubre, lo que cada vez es más difícil que ocurra.

Tenemos por delante varios días más en los que las temperaturas no experimentarán grandes cambios con respecto a las que tuvimos la semana pasada. Hasta el próximo viernes seguiremos con temperaturas máximas entre los 20 y los 25 ºC en la mayoría de regiones, mientras que las mínimas no serán excesivamente bajas, de momento muy lejos de darse condiciones de helada en zonas altas del interior peninsular. Esta situación comenzará a cambiar, previsiblemente, a partir del próximo viernes.

Tanto hoy lunes como el próximo jueves un par de frentes cruzarán la Península. En ambos casos se propiciarán sendos episodios de lluvias en el Mediterráneo. El que tendrá lugar entre el viernes y el sábado estará asociado a una DANA que, aparte de encargarse de inestabilizar mucho la atmósfera, hará que bajen de forma acusada las temperaturas de cara al próximo fin de semana. El ambiente frío comenzará a instalarse en gran parte de la Península y en Baleares, donde tocará vigilar el alcance y la magnitud que tengan las lluvias asociadas a ese episodio.

La próxima semana hay bastantes posibilidades para que las piezas del tablero meteorológico se coloquen de tal forma que se favorezca una entrada de aire frío de origen polar en nuestro ámbito geográfico (quedando al margen únicamente Canarias), coincidiendo en fechas con el Día de Todos los Santos. Es bastante probable que se produzca un punto de inflexión en las temperaturas y que den un salto hacia abajo, instalándose el frío en gran parte de España.

Al ser una situación prevista a medio plazo, hay un cierto margen de incertidumbre, pero todo apunta a que los fríos otoñales entrarán en escena y comenzarán a contabilizarse horas-frío en muchos cultivos que lo necesitan en sus primeros estadios de crecimiento, justo en esta época del año pre-invernal. Aunque las temperaturas máximas no descenderán mucho durante la primera mitad de la próxima semana, sí que se notará más en las mínimas. Será los primeros días de noviembre cuando, previsiblemente, se produzcan heladas nocturnas en algunas zonas del interior peninsular, no solo de montaña.

Es pronto para saber la magnitud y el recorrido que tendrá esa primera entrada fría de cierta entidad del actual otoño, pero sí que parece probable que tendrá lugar y que dicha circunstancia ocurrirá hacia el día de Todos los Santos. La entrada de vientos del nordeste provocará ese primer bajón importante de las temperaturas. Aparte de producirse heladas, es también previsible que se produzcan nevadas en las montañas. En función de lo que bajen las cotas de nieve y del recorrido (más o menos marítimo y/o continental) que tenga la masa de aire polar que nos visite, la probabilidad de nevadas en cotas bajas se extenderá a más o menos zonas peninsulares y de Baleares.